Qué hacer cuando se te rompe el móvil y cómo evitar el drama

móvil roto

Vivimos pegados al móvil. Lo usamos para todo: trabajar, hacer fotos, pagar, entretenernos, hablar con familia y amigos… Así que cuando se rompe, no solo se estropea el aparato, también se tambalea parte de nuestra rutina.

Pero tranquilo, que no cunda el pánico. Si tu móvil ha decidido hacer un salto mortal desde la mesa o ha terminado bañándose en el lavabo, aquí te explicamos qué puedes hacer y cómo evitar que vuelva a pasar.

Primeros auxilios para móviles rotos

1. Evalúa el daño:
¿Pantalla rota? ¿No enciende? ¿Se ha mojado? Lo primero es saber a qué te enfrentas. A veces parece grave, pero puede ser algo solucionable con una reparación sencilla.

2. No intentes arreglarlo tú si no sabes:
YouTube está lleno de tutoriales, pero abrir un móvil sin las herramientas adecuadas puede ser peor que el propio golpe. Llévalo a un técnico especializado.

3. Si se mojó, no lo pongas en arroz:
El truco del arroz está sobrevalorado. Lo mejor es apagarlo, secarlo bien y llevarlo cuanto antes a un servicio técnico. Cuanto menos tiempo pase, más posibilidades de salvarlo.

4. Haz copia de seguridad cuanto antes:
Si aún funciona, guarda tus fotos, contactos y archivos importantes. Nunca sabes si ese golpe será el definitivo.

¿Merece la pena reparar un móvil roto?

Depende del daño y del modelo. Si es solo la pantalla y el móvil es relativamente nuevo, la respuesta suele ser sí. Pero si se trata de una avería grave en un dispositivo muy antiguo, quizá sea momento de renovarlo.

Un buen servicio técnico te hará una valoración clara, sin sorpresas en el precio. Y si incluye garantía, mejor que mejor.

Cómo evitar romper el móvil (otra vez)

  • Usa una funda resistente: Las hay elegantes y muy protectoras. Una buena carcasa puede marcar la diferencia.

  • Ponle un protector de pantalla: Barato, útil y casi invisible. Mejor rayar un cristal templado que tu pantalla.

  • Evita usarlo en lugares arriesgados: Como en el borde del lavabo, mientras cocinas o en la cima de un acantilado para una selfie.

  • Guárdalo bien al transportarlo: Especialmente si llevas llaves o monedas en el mismo bolsillo.

En resumen

Un móvil roto no es el fin del mundo, aunque se sienta así. Actuar rápido, evitar “arreglos caseros” y acudir a un técnico de confianza suele ser la mejor solución. Y si decides cambiar de móvil, que sea con cabeza… pero con funda desde el primer día.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad